Sebastián Rivero escribe y hace música cerca del mar, en Uruguay. Es libretista y, como le gusta decir, obrero de las bibliotecas y navegante. Un día abrió las puertas de su casa para compartir libros con la comunidad y ahí nació la biblioteca infantil y banda de música “Gato Peludo'' con la que ganaron en el 2011 el Premio Graffiti al mejor álbum de música para niños. En el año 2012 fueron distinguidos en Buenos Aires, Argentina con el Premio Nacional y Latinoamericano de Literatura Infantil y Juvenil “La hormiguita viajera” por su labor institucional en la biblioteca. Como compositor y guionista, Sebastián trabaja para El club del mar, La Trasnochada, La Comedia Nacional, Tabaré Cardozo, Latasónica, Gato Peludo, Curtidores de Hongos y Diablos Verdes entre otros.
A Gabriela Mistral le gustaba hablar del métier de côté, esto es, del oficio lateral diciendo: “En el descubrimiento del segundo oficio había comenzado la fiesta de mi vida”. ¿Tienes también un oficio lateral? ¿Qué relevancia tiene en el que Mistral llamaría tu primer oficio?
Antes que nada quiero decir que estoy muy contento por esta invitación de Cadena de Reloj. Un puente de palabras entre Uruguay y Chile siempre es una alegría.
Ahora sí, como músico, compositor y educador popular, sin duda que mi oficio lateral es el de obrero de las bibliotecas. Me gusta la palabra obrero porque los oficios literarios son múltiples y en mi caso van desde el bibliotecario que ordena, atiende, arma las selecciones o espacios culturales hasta la carpintería para hacer las bibliotecas.
El oficio lateral se presentó cuando fundé mi primer proyecto pensado para la infancia, Gato Peludo. Inicialmente era una banda de música y un espacio donde se dictaban talleres, cada vez que terminaba una clase le ofrecíamos a los niños elegir un libro y volverlo a traer a la semana. Fue así como la biblioteca empezó a tomar relevancia y la literatura pasó a ser central en el proyecto. Ahora cada obra, canción, taller o lo que encare, intenta tener una mirada poética que deriva de la literatura, la ilustración y el amor por el libro.
"Vivo a metros del mar, me gusta nadar y navegar
por las aguas de mi pueblo. El paisaje sonoro siempre es el canto del mar".
¿Qué presencia e importancia tiene para ti el mar en tu obra?
El mar es muy significativo en mi obra, vengo de familia de pescadores y eso trazó una memoria sensible muy profunda. Además vivo a metros del mar, me gusta nadar y navegar por las aguas de mi pueblo. El paisaje sonoro siempre es el canto del mar. En casi todas mis canciones o poemas está presente, me fascina explorar las facetas que ofrece el universo acuático, vivirlas y traducirlas en palabras y música. Justamente en este momento estoy comenzando a grabar un disco de canciones todas vinculadas con este tema. Como anécdota y puente con la tierra de Cadena de Reloj, les cuento que a pocos metros de mi casa, esto no lo digo yo, lo dicen las sirenas, vivió el gran poeta chileno Pablo Neruda ¡imagínense cuánta inspiración marina hay por aquí!
"La escritura creativa, el juego, la música, la plástica y el arte en todas
sus formas son caminos que favorecen y aportan a la conformación
de una personalidad única y creativa".
¿Qué papel crees que ocupa la escritura creativa en la formación de niños y jóvenes? ¿Y la música?
La escritura creativa, el juego, la música, la plástica y el arte en todas sus formas son caminos que favorecen y aportan a la conformación de una personalidad única y creativa, además potencia el desarrollo de la imaginación y este es un derecho irrevocable. Las personas debemos recibir nutrientes tanto para el desarrollo físico e intelectual como para el desarrollo de lo fantástico, por eso considero que la literatura y la música son vitales en la formación de niños y jóvenes.
En Cadena de Reloj buscamos propiciar el encuentro con personas, con artes y lenguajes, con mundos y posibilidades. ¿Cómo crees que una biblioteca y el trabajo del bibliotecario propicia este encuentro?
El libro facilita un puente, puerta o ventana para la poesía. Habita y transforma un mundo
lleno de palabras, conejos, sombreros y gaviotas. Grandes conversaciones o silencios muy profundos se dan en torno al libro. Nos animamos a danzar palabras, bailamos el misterio, el asombro, el tiempo sin tiempo. El espacio de biblioteca y el vínculo entre quienes facilitamos lecturas y quienes se acercan a leer es vital para la construcción de nuevos imaginarios y sensibilidades creativas.
Antes de despedirme les vuelvo a agradecer la invitación y les cuento algo, ¡pero prométanme que no le cuentan a nadie! Estoy por abrir una nueva biblioteca infantil cerca del mar. ¡Cuánta ilusión! Se va a llamar “El mago de hojalata” así que cuando estén por Uruguay no duden en hacer sonar las campanas para visitar al mago.
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